Evaluar es una de las etapas más importantes dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje y no se debe confundir evaluación con calificación, ya que sólo es un aspecto más del proceso evaluativo que está relacionado con la valoración o notas finales y tiene una función exclusivamente acreditativa.
Es decir, no sólo se evalúa al alumno para certificar el nivel de conocimientos adquirido a lo largo de todo el proceso, sino que también se evalúa para ofrecerle una retroalimentación sobre su aprendizaje, para que los docentes conozcan la efectividad de su actuación, para certificar los resultados, para evaluar la calidad de la metodología empleada, entre otras.
La formación online supera a otros tipos de formación tradicionales porque en ella se pueden evaluar, incluso en muchos casos de forma automática, los siguientes aspectos:
- La asistencia: se puede conocer el número de accesos, el tiempo empleado por los diferentes participantes de la acción formativa, etc. y esto puede servir para justificar las horas lectivas del curso.
- Las aportaciones: se puede conocer también el grado participación los participantes de la acción formativa (alumnos, docentes y coordinador), el número de mensajes enviados, intervenciones en los foros, entre otros.
- Los conocimientos: a través de técnicas e instrumentos de evaluación como las autoevaluaciones, ejercicios, exámenes, entre otros. se puede medir el grado de aprendizaje alcanzado por el alumno.
El proceso formativo en su totalidad: se puede medir el grado de eficacia y eficiencia del curso, su atractivo, su usabilidad, entre otros.
La formación online cuenta con unas posibilidades casi ilimitadas para realizar la evaluación. Tanto en las plataformas como en los contenidos online se pueden incluir herramientas de evaluación interactivas y dinámicas que ofrecen por un lado, un feedback inmediato al alumno sobre los resultados alcanzados, y por otro lado, permiten a los gestores de la formación disponer de datos cuantitativos generados automáticamente por el sistema, que facilitan enormemente la tarea de evaluar.
A pesar de estas facilidades tampoco habrá que descartar en muchos casos la intervención y juicio de un docente o tutor que evalúe aspectos cualitativos, a través de la actuación del alumno en los distintos contextos y por supuesto mediante pruebas de toda la vida, que implique una mayor elaboración por parte del alumno, como por ejemplo, un proyecto fin de curso.
De este modo nos encontramos con técnicas objetivas (valoración cuantitativa), técnicas subjetivas (valoración cualitativa) y técnicas mixtas.
1. TÉCNICAS OBJETIVAS
1.1. Cuestionarios y ejercicios interactivos
Son conocidos como test, exámenes, pruebas, cuestionarios, entre otros, y están dirigidos a evaluar el nivel de conocimientos del alumno.
Esta técnica consiste en una serie de preguntas o ítem, referidos a una variable u objeto, y a las que se responde de forma breve: marca, señal, número o frase corta, entre otros. Por lo tanto se puede afirmar que los resultados van a ser siempre cuantitativos.
Hay diferentes instrumentos que utilizan esta técnica para evaluar al alumno. Veamos algunos:
Elección múltiple
Este tipo de cuestionario es uno de los más utilizados dada la facilidad de corrección y el alto grado de objetividad que permite.
Normalmente, cada pregunta permite un número reducido de respuestas (entre 3 y 5) que tengan el suficiente valor de contenido con respecto a la respuesta correcta.
Se puede reforzar al alumno con un mensaje de textos dependiendo de si acierta o de falla cada una de las preguntas. Lo más recomendable es recibir esta retroalimentación al finalizar la prueba, ya que así el alumno tarda menos en realizar la misma.
A cada respuesta se le otorga un valor positivo o negativo, dependiendo de si es correcta o no. Así, se puede concebir un test de 20 preguntas de 3 opciones en el que sólo suman las respuestas correctas, y otro exactamente igual en el que las respuestas incorrectas resten, por ejemplo, un 50% del valor de una correcta (dos preguntas falladas restan un acierto).
Doble Alternativa
Cada pregunta sólo permite dos respuestas probables. La más habitual es Verdadero-Falso, pero también se puede utilizar Correcto-Incorrecto, Si-No, entre otros.
Al igual que en el modelo anterior también se puede reforzar al alumno con un mensaje dependiendo de si acierta o falla cada una de las preguntas.
La evaluación es también muy similar al anterior tipo de cuestionario. Cada respuesta acertada tiene un valor positivo. Queda en manos del docente si las respuestas incorrectas o no contestadas, se restan a las acertadas en algún grado.
Asociar Parejas
Consiste en asociar por parejas los elementos de dos conjuntos. Se pueden relacionar conceptos, términos, definiciones, afirmaciones (o una mezcla de todos ellos), entre otros.
A la hora de evaluar este tipo de cuestionario se puede calificar de dos maneras diferentes (se debe optar por uno u otro sistema dependiendo del tipo de evaluación que se pretenda, de la dificultado de los ítem empleados, etc).
Rellenar Huecos
Consiste en completar los espacios en blanco en una frase o párrafo con un número ilimitado de posibles respuestas para cada uno de los huecos. Este tipo de ejercicios es muy útil en curso de idiomas y de gramática.
Puede tener dos variantes:
- Se proporciona al alumno una serie de palabras con el objetivo que sean arrastradas o escritas en los diferentes huecos.
- No se proporciona al alumno ninguna palabra y él debe rellenar los huecos con las palabras que crea son las más acertadas.
Para evitar que los alumnos rellenen los huecos al azar se le pueden proporcionar más palabras que huecos.
Ordenar
Una de las variantes de este tipo de cuestionario consiste en la reconstrucción de frases a partir de palabras desordenadas. Se proponen una lista de palabras que forman frases o párrafos con significado.
Un segundo tipo consiste en ordenar varios elementos o conceptos propuestos según el criterio de la cuestión. Este criterio puede ser cronológico, geográfico, de accidente, de fenómeno, entre otros. Por ejemplo, se puede proponer ordenar cronológicamente diferentes sucesos históricos: Revolución Francesa, Guerra Civil española y Revolución industrial.
Identificar
Este tipo de cuestionario consiste en ejercicios con dibujos, fotografías, mapas, diagramas, objetos, lugares, etc. Estos objetos, deben ir enumerados con letras o signos, con el fin de que los alumnos puedan colocarlos en sus lugares correspondientes.
Clasificar
Consiste en clasificar los elementos propuestos según su naturaleza. Por ejemplo, podemos relacionar una serie de conceptos con dos ideas principales.
Un ejemplo claro podría ser proponer un listado de alimentos y pedir al alumno que distinga entre frutas y hortalizas.
1.2. Juegos interactivos
Este tipo de pruebas permiten aprovechar al máximo las posibilidades interactivas y multimedia de Internet. Pueden evaluar habilidades cognitivas o conocimientos. Puede haber de tantos tipos como el desarrollador o diseñador sea capaz de imaginar. Suelen tener un gran componente lúdico.
Los más utilizados son:
- Crucigramas
Este juego consiste en llenar los huecos de un dibujo con letras, de manera que, leídas éstas en sentido horizontal o vertical, formen palabras cuyo significado se proporciona.
Gráficamente, consiste en una cuadrícula de un tamaño cualquiera en la que de forma vertical y horizontal se tienen que rellenar los huecos con palabras. Para la evaluación se suele tener en cuenta el Porcentaje de aciertos sobre el total.
- Sopa de Letras
Esta herramienta consiste en encontrar las palabras proporcionadas en la sopa de letras. Una vez encontradas, hay que marcarlas con el ratón.
Si no se encuentra alguna de las palabras se suelen ofrecer pistas o bien directamente un buscador de palabras no encontradas. Para la evaluación se suele tener en cuenta el Porcentaje de aciertos sobre el total.
- Rompecabezas o puzzle
Esta herramienta consiste en un juego en el que hay componer una determinada figura combinando cierto número de piezas, en cada uno de los cuales hay una parte de la figura. El grado de dificultad aumenta es directamente proporcional al número de piezas del puzzle.
La evaluación de este ejercicio se rige habitualmente por el todo o nada, es decir, o se realiza la prueba perfecta (100% de aciertos) o el ejercicio puntuará con un 0.
2. TÉCNICAS SUBJETIVAS
En esta categoría se incluyen todas las pruebas o técnicas que implican el juicio de un tutor o docente y son especialmente útiles para valorar múltiples aspectos del alumno: forma de expresarse, iniciativa, capacidad de afrontar problemas, habilidades sociales, etc.
Éstas técnicas son las mismas que en la formación tradicional, aunque si existen ciertas mejoras o novedades. Por ejemplo, se puede diseñar un caso práctico dinámico cuyas respuestas abiertas y elaboradas sean enviadas directamente al buzón de correo del tutor, o se puede dotar al alumno de unas serie de herramientas para trabajar colaborativamente y que la actuación del grupo sea registrada por el sistema: aportaciones, mensajes enviados, archivador electrónico, etc.
2.1. Exposición oral y Redacción escrita
La exposición permite al alumno defender sus ideas a través de un foro, chat o similar, frente al profesor o a sus propios compañeros. El profesor debe establecer una serie de pautas antes de su realización.
La ventaja de esta prueba frente a otras es que permite evaluar la capacidad de riqueza lingüística que tiene el alumno y la implicación con el tema asignado. Si el alumno no ha preparado la exposición se podrá observar de inmediato.
Otra variante sería la entrega de trabajos que permitan al tutor conocer cómo se expresa el alumno, cómo razona los conceptos y teorías, el grado de conocimientos alcanzados, etc. Aunque este tipo de pruebas es más propicia al plagio, a la copia, etc.
2.2. Resolución de problemas
Esta técnica consiste en la presentación de una serie de problemas que el alumno deberá solucionar, en un tiempo establecido por el profesor o tutor. De esta manera se pide al alumno que aplique los conocimientos que ha adquirido. Tras el estudio del problema el alumno debe dar la solución que crea más conveniente.
Se pueden usar diferentes herramientas para aplicar esta técnica como, por ejemplo, chat, correo, foro, audioconferencia, videoconferencia, entre otros.
2.3. Dinámicas de grupo
Como adelantamos anteriormente, dentro de un curso de formación online se pueden crear grupos de trabajo, que dispongan de un espacio propio, diferente al aula y separado del resto de compañeros, en el que dispongan de ciertas herramientas comunicativas como son un chat, un foro, un área de almacenamiento y descarga de archivos, Audioconferencia, videoconferencia, etc, con el objetivo de desarrollar trabajos cooperativos mediante las aportaciones de todos los miembros del grupo. Este espacio les servirá para desarrollar trabajos en grupo encargados por el profesor, relacionados con el contenido del curso.
Dentro de las dinámicas de grupo se debe destacar el debate. Es una discusión informal, donde la participación entre los alumnos es informal y general. Se exige la dirección de un moderador que inicie la discusión con una pregunta estimuladora sobre un tema y a partir de este momento, se ocupe de moderar la discusión. Transcurrido el tiempo previsto, alguien designado previamente (o el mismo moderador de la discusión) se encarga de resumir las ideas expuestas y las conclusiones.
Esta técnica se utiliza para estimular la capacidad de análisis crítico, la intercomunicación, el respeto y el trabajo colectivo. Por tanto, el objetivo principal de esta actividad es la reflexión, ya que se propone a los alumnos que defiendan una postura que puede ser contraria o no a la que puedan tener, aunque bastará con que haya posturas diferentes. La pluralidad de opiniones es una de las características que permiten enriquecer el debate.
2.4. Representación de Roles
Consiste en indicar al protagonista que actúe desde el lugar de otra persona, concepto, objeto o parte de sí mismo. Los roles que puede representar el protagonista abarcan una gama sin limitaciones, totalmente abierta a la creatividad y las conveniencias del proceso.
El docente para la realización de la representación de roles debe aportar todos los datos necesarios, indicando cual es el conflicto, qué personajes intervienen y qué escena se representa. Luego, un grupo de alumnos se encarga de la representación, adoptando cada uno un papel. A partir de la representación, se analiza lo que se ha hecho, tanto desde un punto de vista personal, como desde los personajes implicados.
Es una técnica particularmente útil para desarrollar empatía y llegar a comprender los puntos de vista de las personas. Además permite el análisis de situaciones y conductas con el objeto de mejorarlas y conseguir enfrentarse eficazmente a situaciones que probablemente se produzcan en la vida real.
Por tanto, la forma de evaluar del profesor debe partir de la mayor o menor participación de alumno en estas intervenciones y la calidad de éstas. El profesor debe calificar la identificación afectiva y mental del alumno con el rol representado y su implicación con el personaje asignado.
Para ejecutar esta técnica podemos usar herramientas como: correo, chat, foro, videoconferencia, audioconferencia, entre otros.
2.5. Caso Práctico
Un caso práctico se utiliza para analizar una situación o problemática ya dada o que puede darse, partiendo de los diferentes factores involucrados, el análisis de los antecedentes, condiciones, de la situación, etc. Se podría decir que es el vehículo que permite llevar al aula un trazo de realidad con el fin de que los alumnos y el profesor lo examinen minuciosamente (Wassermann,1994). Un buen caso mantiene centrada la discusión en alguno de los hechos con los que uno debe enfrentarse en ciertas situaciones de la vida real.
Esta técnica pretende que el alumno reflexione sobre las distintas situaciones que pueden plantearse en la vida real acerca de la materia formativa que está recibiendo. Por ello, su objetivo fundamental es plantear a los alumnos situaciones conflictivas, para que éstos desarrollen su capacidad reflexiva, así como que sean capaces de tomar decisiones acerca de la mejor solución del problema o los problemas planteados.
Los alumnos deberán trabajar con él hasta llegar a asumirlo y comprenderlo en su totalidad. El conocimiento del ámbito (lectura previa de un tema) donde se inserta el caso, es supuesto básico para la eficacia de esta técnica.
El tutor deberá evaluar aspectos como son la participación de los alumnos, el nivel de profundización de las ideas y la aplicabilidad de las soluciones ofrecidas, la creatividad, la capacidad de resolución de problemas, el número y frecuencia de las respuestas, etc.
Un caso práctico requiere de una preparación, individual o en grupo, y de una discusión colectiva, donde cada uno expone sus puntos de vistas y aporta sus soluciones a las cuestiones planteadas, con la guía del profesor o tutor.
2.6. Proyecto fin de curso
El proyecto final de curso es una técnica global que exige la concurrencia de todos los conocimientos adquiridos a lo largo de la formación del alumno. Consiste normalmente en la presentación de un documento final que recoge detalladamente un estudio sistemático y planificado para llevar a cabo un proyecto (de empresa, de negocios, de estrategia,...) relacionado con los objetivos del curso.
La evaluación del proyecto de fin de curso no sólo debe basarse en el resultado final, sino en el esfuerzo desarrollado para la elaboración y indagación, en la innovación de las ideas aportadas, etc. Es importante que el docente también valore las preguntas que el alumno haya podido hacerle sobre el proyecto, su interés y dedicación, antes de su presentación final.
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